domingo, 4 de diciembre de 2016

SIGUEN...

 
   Siento que pocas cosas han cambiado, que los tiempos pasados siguen instalados en este, en los rostros con cierto parecido a los de antaño y en los apellidos de rancio abolengo de nuestros políticos y personalidades influyentes y como entonces, me encuentro en el lado de los perdedores.
Pareciese como si dentro de poco vinieran ajusticiarme y me encontrara en el punto de mira de aquellos fusiles que tantas y tantas muertes injustas causaron, consciente además, de que  arrojaran mi cuerpo a una fosa común, pese a la incineración y la urna. No tengo el miedo que tenían entonces, ni tal vez la consciencia, pero si la certeza de que ocurrirá. 

Nos cuentan que todo va bien, que en España las cosas están funcionando y desde los medios de comunicación, la pseudo cultura, las instituciones, nos lanzan un mensaje aterrador, cual campaña de navidad,  en el que se nos traslada la idea de que aquellos que no vivimos estos fructíferos tiempos de cambio y mejoría, es quizá porque somos o terminaremos siendo unos inadaptados, unos anormales, induciéndonos a la auto culpa de sentirnos diferentes y así poder achacar a esta diferencia nuestros males.

Ellos, pese haber muerto hace muchas décadas, siguen gozando de buena salud, siente que el testigo de su época, esa en la que la libertad pasaba por el censor o la buena moral, por respetar al amo,
está en buenas manos. 
La pluralidad que demanda toda democracia en España parece devorada por un montón de facciones, agrupadas frente a un único interés, mantener los privilegios de los que siguen firmando condenas de muerte a diario, disfrazadas de desahucios, de regulaciones de empleo, de salarios precarios, de enfermos desatendidos,  de explotación, de infancias desprotegidas.

Todo se parece tanto a esos tiempos en los que franco escondía sus vergüenzas detrás de muros levantados como ahora, con el dinero de la banca y el beneplácito de la iglesia o haciendo patria, con la mano de obra gratuita de los presos políticos y perdedores de su guerra, que ni las "mama chicho", los debates de la sexta o las películas casi de estreno en televisiones privadas, pueden hacerme creer aquel mensaje transmitido un 20 de Noviembre de 1975 por Televisión Española en el que Carlos Arias Navarro nos comunicaba la noticia;  "Españoles, Franco ha muerto".

Después de aquello, es verdad, nada ha cambiado, la pobreza sigue siendo hereditaria y las oportunidades siguen estando del lado de los mismo, de el lado de los vencedores.  El resto, permanecemos en las colas de racionamiento, suplicando un trabajo, mendigando un techo o agradeciendo aún hoy, que el carácter vengativo del "falangista" de turno, no nos mande al paredón.

El cesar se divierte coloreando las películas antiguas, pero aún asi no dejan de ser en  blanco y negro, para el lado de los vencidos y parafraseando a Maxi de la Peña que nos deja un articulo excelente cuya lectura recomiendo encarecidamente (Franco no ha muerto) esas películas siguen siendo del gris de los recreos.

A.M.G (2016)

lunes, 6 de junio de 2016

INDIGNA QUE LES INDIGNE ¿Recuerdas?


...Estamos ya en campaña electoral, volveremos a oír las voces de quienes dicen ir por el camino correcto: los recortes, la precariedad laboral y de derechos, la inmovilidad en las ayudas sociales,
a escuchar el mensaje cargado de nostalgia, de quienes esparcirán en sus mítines aromas a rosas, para tratar de tapar el putrefacto olor de la corrupción que rodea a nuestra clase política, o a quienes viste de naranja sus azules ideas. Volveremos a tratar de entender entre los gritos de esta vorágine de intereses, los argumentos de quienes abogan por ese cambio tan necesario y esperado por todos, pero lo cierto es, que solo sería necesario tener memoria para que los ciudadanos tomáramos el 26 de junio la decisión correcta, recordar lo que impulsó a millones de persona a salir a la calle un 15 de Mayo, para hacer que su voz, hasta entonces muda, se escuchara en todas partes.

No teníamos que esperar a que llegasen las elecciones para hacer valer nuestros derechos, entre los que se contaba, el derecho a manifestarnos y protestar de una forma pacífica y con argumentos más que sobrados; de la misma manera que el gobierno y todas las fuerzas políticas que nos representaban, estaban y están en la obligación de escucharnos, atender nuestras quejas y rebatirlas o aceptarlas de manera igualmente pacífica y coherente, pero, no fue así, ¿Recuerdas?:
El parlamento sitiado por la policía, las calles cortadas por las fuerzas del "orden" impidiendo el libre acceso a los ciudadanos, los comentarios, cuando menos irresponsables, de muchos de nuestros representantes reclamando mano dura, los parques públicos cerrados al público... parecían estampas rescatadas del pasado.
Era de esperar, que la banca y los poderes fácticos de este y otros países, reaccionaran de mala manera, pero es inadmisible y lo fue, que lo hicieran aquellos que fueron elegidos democrática-mente por el pueblo, ese mismo pueblo al que hoy, igual que entonces, se niegan a escuchar.

El uso de la fuerza, el abuso de poder, la reacción desmedida y poco meditada de nuestra clase política, fue ciertamente lo que me llevó a recordar viejos tiempos.

Se acusó, al movimiento 15M de tener tintes totalitarios, pero unos cuantos años después, la ley mordaza, la reforma laboral, la supresión paulatina y ascendente de derechos, el endurecimiento de las penas a los manifestantes, nos demuestra que nuestra indignación era más que razonable. .

Hoy, igual que entonces, tenemos que hacer valer nuestra voz de ciudadanos indignados, el 20 de diciembre pasado, dijimos basta al bipartidismo, a las viejas fórmulas de gobierno, que nos acogotan y nos agotan, el 26 de junio, es hora de decir SÍ al cambio, de convencernos que unidos podemos realizar este milagro, de decir, que sí, que queremos, una sociedad mas justa y equitativa, que queremos que se empiecen a resolver problemas, los de nuestro vecino en paro, los problemas de solvencia de la pequeña tienda que hay bajo nuestra casa, que el sobrino de mi amiga pueda ir a la universidad aunque carezca de medios, que tu compañera de trabajo pueda tener los mismos derechos sanitarios que tu, que los abuelos no tenga que ver mermados sus ahorros, o sus pensiones, por tener que mantener a sus nietos. Que la vivienda, el sustento, la educación, la sanidad, sean una obligación del estado para con su población y no un privilegio del que solo unos pocos gozan, que trabajar no suponga un sinónimo de esclavitud, que el ocio no sea algo inaccesible... hay tantas cosas que cambiar el 26 de junio, no te quedes en casa, VOTA, porque sabes... el Cesar quiere que te abstengas para que todo siga como está ahora o incluso peor.


A.M.G

viernes, 29 de abril de 2016

¿KO técnico al Pueblo español?



   Teníamos mayoría para derogar la ley laboral, la ley mordaza, la ley educativa. También un amplio consenso en la cámara para eliminar lo antes posible el voto rogado para ciudadanos españoles en el exterior o reformar el régimen de Radio Televisión Española. También parecía fácil ponerse de acuerdo en tomar medidas para luchar contra la pobreza energética o relanzar la universalización de la sanidad pública. Muchos procesos de regeneración podrían ya estar en marcha, como la retirada de aforamientos, la financiación de los partidos o el funcionamiento interno democrático de las formaciones políticas a través de primarias.
¿Cuál es entonces el principal obstáculo para que estas medidas no se hallan tomado ya?

Fundamentalmente nos dicen que es técnico: una vez calificadas por la Mesa del Congreso, el Gobierno tiene 30 días para pronunciarse sobre las proposiciones de ley. Hay expertos que creen que el Gobierno en funciones no puede informar sobre ellas y que el proceso puede quedar bloqueado y así ha sido.

El gobierno en funciones ha dejado de funcionar en el congreso, haciendo uso de este recurso, tecnicismo, trampa, llámenlo como quieran, el Partido Popular ha paralizado cualquier movimiento en la cámara, dando un portazo desde sus despachos a la voluntad popular.
Pero, este tecnicismo, ¿no era a caso conocido por todos los partidos?
esta pregunta me lleva a otras preguntas:
¿ Había realmente voluntad política por parte de los partidos mayoritarios de la oposición para llevar a cavo esas derogaciones?
 
¿Se ha querido realmente el cambio que incluso hoy siguen prometiéndonos?

Realmente es un pena, porque el pueblo español votó y dijo claramente lo que quería, hubiese sido posible una mayoría de izquierdas realmente progresista, dispuesta a ese cambio prometido, el pueblo español no le dio a Ciudadanos los votos necesarios para que formara gobierno con el PP, su natural aliado, ni dio  una mayoría solida al partido socialista para que pudiera gobernar en solitario y en este escenario, al Partido Socialista Obrero Español, no se le ocurre otra cosa que pactar con Ciudadanos, pese a que este acuerdo no le da una mayoría suficiente para gobernar, coartando así, toda posibilidad de pacto con la izquierda y los partidos nacionalistas, que si le hubieran llevado directamente al gobierno, ¿un error de cálculo? no lo creo. De lo que si estoy segura es que ha sido una oportunidad desaprovechada, no me atrevería a calibrar si este inmovilismo ha sido o no intencionado, pero se parece bastante a lo que el gobierno ha hecho con esas interpretaciones técnicas.

El cesar parece sentirse a gusto ante el comportamiento de nuestro políticos, persigue desesperadamente la abstención ciudadana y llama a las urnas a sus correligionarios, en términos pugilísticos. podría decirse incluso, que está buscando el KO técnico para el pueblo español, el arbitro, que bien pudiera ser la Unión Europea, parece estar de su lado. pero mientras no besemos la lona, podemos dar un último puñetazo que realmente nos conduzca al cambio, por nuestro bien, deberíamos darlo.

A.M.G